El proyecto de ley que crea el marco legal para los juegos electrónicos en Brasil fue aprobado por los senadores este miércoles (13). El proyecto de ley, PL 2.796/2021, vuelve a ser examinado por los diputados federales, ya que el texto original ha sufrido modificaciones.
La propuesta establece normas para la fabricación, importación, comercialización, desarrollo y uso comercial de juegos.
El proyecto no se aplica a las máquinas tragamonedas, los juegos sectoriales y los llamados juegos de fantasía, en los que el usuario crea un equipo virtual con jugadores reales de un deporte específico. Este tipo de juego online ya está regulado por la ley que se ocupa de las apuestas de cuotas fijas.
Beneficios fiscales
El texto prevé beneficios fiscales para los creadores de juegos electrónicos. Tendrán derecho a una reducción del 70% en el Impuesto a la Renta por remesas al exterior, que forma parte de la Ley Audiovisual. Este beneficio también es válido para los contribuyentes que inviertan en proyectos independientes de juegos electrónicos.
Según la Lei do Bem, el desarrollo de juegos electrónicos pasa a ser catalogado como una actividad de investigación e innovación tecnológica, lo que permite acceder a incentivos fiscales, como una reducción del 50% en el Impuesto sobre Productos Industrializados (IPI).
Otro beneficio es el trato especial al ser considerados negocios innovadores, con un proceso de formalización más simplificado.
Restricciones
El proyecto determina que los juegos aptos para niños y adolescentes deben tener restricciones para las transacciones comerciales, permitiéndose sólo con la autorización de los responsables.
Estos juegos también deben establecer la prohibición de prácticas que vulneren los derechos de niños, niñas y adolescentes, y las herramientas de supervisión y moderación parental deben actualizarse frecuentemente.
Según el proyecto, los menores pueden trabajar en la creación de juegos, siempre que se respeten los derechos de los niños y adolescentes y las leyes laborales.
No se requerirán calificaciones especiales ni licencias estatales para programadores y desarrolladores.
- FUENTE: AGENCIA BRASIL